El
constructivismo propone que cada alumno debe construir su propio conocimiento
en su propia estructura cognitiva. Está propuesta tiene mucho sentido, pero
claro está que cada alumno tiene que construir su propio conocimiento, ni un
libro ni el maestro pueden hacerlo por el alumno. Es por eso que el maestro
sirve como un guía para lograr que el alumno una las diferentes partes del conocimiento
construyendo así su propia versión de la realidad.
Tengo
muchos recuerdos de mi proceso educativo en que los maestros no daban cabida al
razonamiento y pensamiento para responder alguna pregunta. Inmediatamente si
alguien no sabía la respuesta se apresuraban a darla, esta actitud nos frenaba
como alumnos en nuestro razonamiento y nuestra motivación por aprender.
Si
el manejo constructivista en el aula es exitoso tiene un gran impacto en la autonomía
del alumno y en su iniciativa por aprender cosas nuevas. Estas características hacen
del aprendizaje una experiencia satisfactoria y motivante a diferencia del
estilo de enseñanza tradicional que limita mucho la creatividad, el
razonamiento y la participación de los alumnos.
Si
los maestros hacen un esfuerzo por salir de su zona de confort y logran superar
las limitaciones del constructivismo los resultados serían mucho más positivos
que los que se obtienen con la enseñanza tradicional. Es necesario que el
maestro indague sobre diferentes herramientas didácticas y posibles estrategias
para guiar a los alumnos. Y por último es importante que el alumno este
motivado, la motivación es la clave para que el alumno tenga un proceso exitoso
en su educación.
El objetivo principal de la educación es
crear personas capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente repetir lo que
otras generaciones hicieron.
Jean Piaget